Al comienzo de su carrera, cuando Le Corbusier
viaja y se instala en Paris, trabaja en la oficina de Auguste Perret,
ya consolidado y reconocido arquitecto, por su trabajo con la estructura de
hormigón armado, “valoraba el armazón de hormigón como el factor que
resolvería el viejo conflicto entre la autenticidad estructural del gótico y
los valores humanistas de la forma clásica”4 Con él,
el artista recibió una formación básica en esta técnica, y empieza a concebir el betón armé como el material del futuro.
En 1910 Le Corbusier fue a Alemania, con el pretexto
de ampliar su conocimiento sobre el hormigón armado. Igualmente se puso en
contacto con todas las figuras importantes del Deutsche Werkbund, sobretodo
con Peter Behrens y Heinrich Tessenow, dos artistas
que innegablemente iban a ejercer un poderosa influencia sobre sus obras.
La Werkbund fue una organización muy importante en la historia
de la arquitectura moderna y precursora de la Bauhaus, que lo llevo a ser consciente de los logros de la
ingeniería moderna que se iban a convertir en el punto central de su artículo
“Ojos que no ven”.
Le Corbusier se vio
inspirado por el arquitecto austriaco Adolf Loos y
su planteamiento teórico del Raumplan, en el que se le suministraba a cada
espacio del proyecto una importancia distinta, y esta jerarquía determinaba el
tamaño y proporción de cada uno. Por ejemplo, Loos afirmaba que el dormitorio
no tenía la misma importancia que la sala de estar (un espacio de reunión), por
lo que su altura y tamaño era menor. Al
igual que Le Corbusier plantea en la Unidad de Marsella, donde los espacios
comunitarios tienen una proporción mayor a aquellos que no lo son.
Para concebir el proyecto de
la Unidad Habitacional, Le Corbusier toma como referente el edificio
Narkomfin, del arquitecto soviético Moiséi Gínzburg, quien prestaba atención a la vivienda y a la
creación de alojamientos colectivistas y tenía la creencia que “la lógica clara
del proyecto y la sensatez de las formas ordenadas podía tener cierto efecto
sobre las formas de la sociedad que se estaba desarrollando.”1
El
edificio antes mencionado, marco una transición entre la casa tradicional de
viviendas, donde los pisos eran completamente privados y un nuevo tipo de
alojamiento comunitario, en el que se buscaba un equilibrio entre lo común y lo
privado, entre el individuo, la familia
y la comunidad.
1. 1. CURTIS, William J.
R. La arquitectura moderna desde 1900, 3ª ed. New York, Phaidon, 2006 pág. 209